Aita y ama- Dos palabras que aprendí a vocalizar con dos años
cuando por fin cobraron sentido. Tal día como hoy hace 18 años- .
Tengo algo que deciros.
Sé que no lo digo muchas veces, que puede que sea una egoísta por
guardármelo. Puede que no sepa exteriorizarlo verbalmente siempre que me
gustaría, puede que mis silencios os lo griten. Y ya me conocéis; soy la
pedorra que todo se lo guarda y calla. Os quiero. Y no por no ir gritándolo a los cuatro
vientos, os querré más o mejor.
Os quiero porque os veo humanos. Os he visto perseguir vuestras
metas y conseguirlas; mirad la familia que habéis formado, la vida que nos
estáis dando; la que os habéis dado y seguís dándoos. Os he visto pelear con
uñas y dientes ante adversidades que no os merecíais. Os he visto
sonreírme mientras en soledad se os venía todo encima. Os he visto dar lo que
no teníais por quien merece la pena y hasta por quién no. Siempre fieles a
vuestros principios que ahora son los míos también; fieles a vosotros. Os veo
humanos. Y cuanto más os veo, más os admiro y quiero. Mis dos rocas de
carne y hueso. Mi apoyo incondicional. El abrazo tras cada caída que veíais
venir y a pesar de prevenirme y yo seguir por mi cabezonería, estar ahí. Mi
remolque para volver a sacarme a flote cada vez que el agua del vaso me ahoga.
Papá y mamá. Palabras que grité mil veces hoy hace 18 años. "Ya tengo papá y mamá; ya tengo papá y mamá". Gracias por haber venido a por mi y
dejarme ser lo que buscabais a pesar de los quebraderos de cabeza que os aporto
de vez en cuando y por dejarme ser una de las piezas que forma vuestro puzzle
de vida.
Aita y ama. Dos preciosas palabras que me enseñasteis con
el tiempo y que ahora pronuncio con la boca llena, orgullo, felicidad y amor.
Amor que os tengo. Y sé que de no decir nada a decir todo esto, os
estaré dejando anonadados. Que siempre os digo que una palabra puede desprender
más que un texto entero. Pero hoy me apetecía extender la palabra y crear con
lo que llevaba dentro. Y que a mis 20 años, voy de mayor y las sensiblerías no
están bien vistas. Pero nos conocemos. Soy más sensible que una pluma. Que con
poco me alegro o me pongo triste, que a veces un "tú puedes con esto,
bombón" me aporta todo lo que necesito para salir adelante y que un
"me esperaba más" puede partirme en dos porque lo único que quiero es
que estéis orgullosos de mi. Que os necesito. Que de la vida sé entre poco y
nada y a veces os necesito más de lo que me gusta reconocer.
Gracias por haber peleado seis años por mi. Nueve meses os sabía a
poco, ¿Verdad? Había que marcar la diferencia. Hornear a fuego muy lento; mi
color lo evidencia. Demasiada cocción. Gracias por darme vuestro tiempo,
desvelos, cuidado, apoyo, mano y amor incondicional.
Y concluyo: De mayor quiero ser como yo. Pero sois mi modelo a
seguir.
Mis héroes, mis villanos. Mi norte; mi soporte. Todo. Os quiero,
nenes.
Gracias por estos 18 años haciendo que sea feliz.
0 comentarios:
Publicar un comentario