Me apetece contaros que vamos a conseguirlo, porque los cuervos no volverán a sacarnos los ojos. Los ascensores rotos y escacharrados han vuelto a abrir puertas. La vieja mansión en ruinas ha contratado un equipo de limpieza para eliminar los centÃmetros de polvo y ácaros. El hambre se queda para mañana y las hormigas nos alimentan. Los acantilados son colchones dónde saltamos cuándo nos damos cuenta de que es domingo y no estamos tristes por el mañana. Caemos en picado, presumimos de esa trabajada afonÃa que se crea después de gritar la felicidad. La sed de una vieja canción de la que nadie recuerda la letra pero sà el ritmo. Las obras del parque nuevo han acabado por fin. Se ha inaugurado la nueva sección de nuestro centro comercial favorito. Hemos descifrado los mensajes de nuestras espaldas y la astrologÃa de nuestras sonrisas. Hemos agotado la paciencia de las malas lenguas; se han mordido a sà mismas y se han envenenado. Sólo nos queda sobrevivir a esta noche de bebidas gaseosas y a temperatura nórdica. Nos hemos prometido una noche perfecta y estamos en ello. Tenemos el bolsillo lleno de cervezas. Perdón, de certezas. Y vamos a conseguirlo. Ponme dos hielos.
Hemos encontrado abierto ese local que decÃan que derribarÃan por exceso de ruido y cuerpos zombies llenos de éxtasis vital. Me han contado que los cubatas ya no son de garrafón y que los hielos del primero tienen que aguantar para 3 más mÃnimo, que nos estamos cargando el porlo norte tanto picar icebergs. Se han Ãdo campanas y ya sabemos por dónde y nos va quedando claro que la luz al final del tunel son nuestros colegas en el coche con las largas puestas y un temazo en la radio aparcado al final del mismo. O nuestras ganas que tienen complejo de luciérnaga.
Y vienen tiempos de felicidad. Canciones en chiringuitos. Planes que nunca pensábamos tener marcados con una equis en nuestro calendario y planes que nunca pensábamos que tendrÃamos que rechazar al decir sà a otras cosas.
Y asà es la vida y vamos a conseguirlo. Vamos a seguir subiendo niveles en este juego.
Lo estamos consiguiendo y se abre la temporada de apuestas.
¿Quién da más?
¿Quién dijo que todo iba a quedarse estancado y no iba a conseguir darle la vuelta a la situación?
Adelante, valiente. Sin mirar atrás.
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