14/31 del herrero.

Esto no es una declaración más del 14 de febrero hablando de el, del amor de mi vida. Del dueño de esta sonrisa. No es un sé qué día es y vengo a aquí a dejarte claro que la alarma del móvil y el corte inglés  me han recordado que hoy toca sexo pasional, besos a cuarto y medio, un par de entradas para el spa que me recomendó Aladinia y un te quiero premeditado entre globos con forma de corazón.

Estoy aquí para decirte que estoy orgullosa de lo que somos, de lo que eres y lo que causas y creas en mi. En esto tan nuestro que muchos ven como incomprensiblemente temprano y otros como el camino que les gustaría experimentar con mochila y zapatillas de andar por casa. Que en días como hoy me doy cuenta de que nosotros somos 14 de febrero todos o casi todos los días del año. Todos los que nos da la gana y no solo los que el mundo decide.
Cuenta de que tengo un herrero a la antigua que forja su anillo talla 14/31 con sus propias manos y su empeño. Que cualquier momento y excusa es buena para nuestras famosas putadas que acaban en ojos vidriosos, corazones a mil y rincones cómplices... para nuestros conocidos "ahora te vas a enterar con la que te tengo liada dentro de dos fines de semana". Nuestros "como me hagas llorar: Tas, tas.". Porque soy fan. Pero fan de poster, de las caricias desprevenidas y de las amenazas miedosas de "como te rompas, te rompo más" ante situaciones en las que el otro va a acabar hecho un higo.
Y es que creo que nada da más sentido al amor que las ganas; las que uno tiene y sobre todo, las que a uno le provocan. Las ganas de comerte a besos con trampa y caricias en cualquier parte y porque sí. Los abrazos sin motivo pero sí con causa y con efecto. Las bien curtidas agujetas y los tirones inesperados por la acumulación de nervios por verte otra vez y ver qué has liado esta vez.

Y para ir concluyendo, quería decir que te quiero hoy. Te quiero 14 y hasta 31 de febrero.

Que eres mi verdad y mi realidad y esto es lo que hay;  te guste o no porque me gustas como para siempre y a diario; incluso esos días en los que estás más intensito de lo normal y me toca neutralizar a base de fuerza bruta y doble dosis de mimos y gruñidos. Me gustas porque me muero por cada milímetro que te compone. Y te lo digo claramente hoy con la excusa del febrero rocher, pero te lo seguiré demostrando cada día como hasta ahora. Porque sí y porque te jodes que esto lo has provocado tú solito y por voluntad propia.

Y porque para mi el amor es eso. Demostrar, ser, cuidar y alimentar.

Así que quiero que te quede claro que esta sonrisa con patas se ha vuelto adicta a tu manera de joderme, besarme, achucharme y acariciarme. Que me muero de ganas de seguir queriéndote muchito y de la mejor manera que sé.

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