Escritor invitado II: Música en vivo.

Los hay que dicen que es música en vivo. Impactante, fuerte, diferente, evidentemente especial. Nada que ver. de estas canciones que las escuchas en casa y ya te provocan ganas de; pero que las escuchas en directo y ves cómo se mueven y comportan sus golpes de notas y su calidez disfrazada de ártico y el vellómetro se dispara y te gana. Y pasa de ser un tema más a estar en la lista de los más reproducidos en tu lista personal de Spotify. De estas canciones que te aportan lo necesario en cada momento. Calma  y caricias por la mañana en forma de "estoy hecha una bolita", calidez siempre por ese don innato de irradiar altas temperaturas, frialdad cuando necesitas un golpe de realidad. Siempre es más impactante que la canción cuente tu historia que abrir los ojos tu solo, ¿Eh? Y ella es así. Como un directo de rock cuando quiere; sentimental y bruta a partes iguales. Y poco metódica como el bohemian rapsody que tanto le gusta. Es una adaptación a bachata del cascanueces; improbable como la marea.
Y es que tras este tiempo, podría aseguraros que con ella no vais a saber lo que es la monotonía. Puede aparecer en muchas de sus versiones por tu vida. Desordenándola y poniéndola patas arriba en todas y cada una de ellas. Te la puedes encontrar en pleno concierto de Whitney Houston con cuchara de madera en mano, moño en cabeza y tempestad en los ojos. También en su versión más tranquila y mansa tirada en el sofá hecha un despojo humano con los ojos clavados en sus textos, en su música, en sus proximos planes. Y cuándo dibuja... normalmente lo hace cuando necesita una via de escape; y ahí os aseguro que es puro magnetismo. Concierto de los Guns n roses. Es sentimiento en cada trazo, precisión fluída de una idea que no tiene clara ni ella.

Y nunca vais a saber lo que es la calma con ella; porque no para ni viendo su película favorita. Nunca a no ser que la presencies en su versión enfado. En su momento no me hables ahora que no me apetece discutir y su cuando me relaje vuelvo y hablamos y te lleno de frases  irónicas como esa canción de ese mortal que grita a pleno pulmón promesas de amor eterno.

Y tampoco vais a aprender a conformaros. Bueno... más que no aprender a ello, vais a veros obligados a perseguir lo que queréis porque no te deja caer. No te deja renunciar nunca. Es una cabezona de cuidado cuando se trata de alguien que aprecia. No sabe rendirse y no te va a dejar hacerlo nunca; mentalízate de ello, forastero. Es fuerza y testarudez a partes iguales cuando te abraza y te dice que ya basta de tonterías porque tú puedes mientras te da un beso en la frente como ella sabe. Creo que hay una diferencia muy notoria entre un beso y un abrazo con ganas y sentimiento a uno vacío y por compromiso. Y con ella vas a aprender a valorar las muestras fisicas y verbales de afecto; te lo aseguro. Porque está llena de amor; lo aseguro; pero eso de sacarlo hacia fuera no es su mayor virtud. Y verás lo que es sentir que es verdadero lo que te dice o hace; y no por cómo lo dice o hace; si no por cómo te lo hace llegar. Porque hay personas que saben cómo abrazarte, cómo mirarte con una sonrisa y decirte como un niño pequeño que te quieren un poco. Real. Sincero. Sin filtros ni miedo. Pequeña princesa bruta.


Y es que los hay que dicen que es música en vivo. Fresca y llena de mensajes. Y es que puede que no haya terminado de madurar del todo porque le falten un par de hostias más en la vida para que se entere de lo que en su vida de verdad importa es ella y que a veces, tiene que darle un par de vueltas más a las cosas. Que de impulsos vive. Pero ¿Sabes qué? Es parte de su encanto y si la conoces, no vas a querer cambiarla porque entonces no sería ella. Canción de radio mañanera que no todo el mundo entiende pero deja puesta porque cautiva y te hace buscarla en google para saber su título.
Pequeña ricitos.



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